– Guía para elegir tratamientos de medicina complementaria y evitar aquellos potencialmente peligrosos o que puedan interferir con la terapia oncológica.
– Aliviar síntomas tanto durante como una vez finalizado el tratamiento como nauseas, cansancio, ansiedad, así como incorporar técnicas de relajación y de reducción de estrés, especialmente útiles previo a procedimientos invasivos o durante la aplicación del tratamiento.
– Cuidado del familiar, que tiene que seguir su vida laboral, dedicar tiempo a cuidar a su familiar y también a resolver numerosos trámites administrativos, lo cual suele generar insomnio y síntomas digestivos entre otros.
– Establecer un plan de ejercicios físicos y mentales con el fin de reducir el impacto o la secuela de estos tratamientos.